Dios es el gran creador de todo lo existente, de toda la energía, de lo material y de lo espiritual, qué duda cabe.
Por supuesto, que no existen dudas para quienes han logrado
conectarse con su propia mente supraracional o lo que conocemos
como alma. Dicha conexión, es muchas veces posible tras un largo
camino por recorrer con adversidades y un duro proceso de aprendizaje.
No obstante, la recompensa muchas veces está justamente al
recorrer dicho camino, allí se descubren pequeñas victorias que nos van
aclarando el entendimiento y acercando al conocimiento de Dios.
Por otro lado, lamentablemente muchas personas atraviesan la vida
sin conocer a Dios. Y eso se debe a que siguen la línea de pensamiento de
aquellos ilusos científicos que tienen aún la soberbia de creer que solo ellos
pueden demostrar los misterios que el Universo y la vida
encierra.
No existe ni existirá jamás un microscopio, dispositivo o
mecanismo inventado por el hombre que puede ver el alma, así como tampoco
se pueden ver los pensamientos.
Son justamente esos pensamientos los que han logrado materializar lo más armonioso y sublime de la humanidad. El amor, en su más pura esencia es algo que jamás podrán conocer y mucho menos demostrar los hombres de ciencia.
Por tanto, ningún aparato podrá jamás ver el amor que
sentimos por nuestros hijos, padres o familia, así como las emociones
hacia los demás incluido el afecto por los animales.
No señores científicos, no existe la posibilidad de que Dios esté
sujeto a las leyes de la física, exploren como quieran, investiguen cada átomo,
sub-átomo y molécula del Universo. Por la ruta de estas ideas jamás hallarán
nada que no sea el fracaso, la incertidumbre y el declive de la inteligencia.
Podrán estos soberbios seguir sus vidas engañando a mucha gente
sin aceptar su incapacidad y los límites de la ciencia, pero la realidad
los pondrá en su sitio, pues todo aquello que esté relacionado con Dios
y su creación, el Universo, es algo que solo lo podrán comprender en alguna
medida, aquellos que trasciendan en la vida.
¿Y qué es trascender? Es lograr escapar del pensamiento de las
mentes colectivas acostumbradas a seguir los pensamientos de los
"eruditos" más por ociosidad que por un sano juicio. Los que
renuncian a descubrir la mente infinita y prefieren ser borregos,
no podrán acceder al reino de los cielos del que hablaba Jesús.
Trascienden únicamente aquellos que son capaces de conectarse con
el nivel del alma, aquellos que saben que la mente consciente debe dominar a la
mente subconsciente, lo que es una condición sine qua non para que se produzca aquella conexión que abre el campo de
lo infinito permitiéndonos acceder a la
realidad mágica.
Basta ya de dudar, Dios solo se puede
sentir y percibir cuando te elevas a ese nivel superior del alma superando
la mente colectiva creada por la sociedad.
¿Cómo es que intentan por otra vía tratar de comprender lo
relacionado a la eternidad? Para sentir a Dios debes tener pensamientos que te
lleven a lo más difícil de obtener: la fe. A su vez, la fe, es
producto de la constancia de pensamientos positivos que estén en consonancia
con las leyes universales y espirituales.
Pueden los seres humanos, ser muy buenos,
diligentes, trabajadores, bondadosos y exitosos para la sociedad pero si
no tienen fe, no podrán ver ni de cerca esa realidad mágica de Dios,
que es el campo puro y fértil de las infinitas posibilidades.
Quizás aquellas personas se conformen con lo efímero y
temporal del mundo de los sentidos. Para ellos, efectivamente, el concepto de
la eternidad estará más que distante.
Existen, sin embargo, algunos científicos
que han tenido más lucidez debiendo desafiar la estupidez de sus colegas
adentrándose en el mundo supra-racional para tratar de
entender los secretos más ocultos e inexplicables del Universo.
Es por ello, que algunos científicos han podido
avanzar algo en sus investigaciones, esto se ha dado, porque han abierto su
mente a temas respecto de la energía, la física cuántica, la
metafísica, el mentalismo, la parapsicología, la meditación, la
autosugestión, etc. que justamente nos pueden abrir el conocimiento a
la verdad de toda la creación.
Por supuesto, sacamos de un enfoque correcto del Dios Supremo
a charlatanes, oportunistas y fanáticos religiosos que no aportan a los
pensamientos sanos.
Finalmente, cualquier discusión debería acabar
aceptando que Dios es creador de todo lo existente desde la más
infinitesimal partícula, pasando por toda forma de vida en este y otros
mundos y llegando a cubrir con su aura todos los planetas, estrellas, galaxias
y si se creen en múltiples universos (multiversos como le llaman algunos),
también esos.
Dios dotó a los seres humanos de aquello que
parece ser su esencia, hablamos de esa energía llamada alma. Por ello,
el mentalismo nos puede ayudar a encontrar a ese Dios que también en pequeño
forma parte de nosotros. Cuando lo hallamos, como es adentro es afuera y por tanto, proyectamos en el
exterior la vibración de una persona noble que atrae a los demás.
Tratar de encontrar a Dios en el corazón es algo
que solo se puede lograr con la fe. Y la fe no
es otra cosa que la convicción de creer que existe porque así lo siente uno con
el alma que está impregnada de él.
La fe solo se logra con la constancia de
pensamientos sanos que rompen con los sistemas de ideas
colectivos y limitantes que como rocas ígneas se han albergado en el
subconsciente a lo largo del tiempo.
Trabajar la mente con sugestiones y acciones
nobles es la mejor manera de encontrar el camino, primero hacia ese Dios interno que todos tenemos dentro
desde que nacimos y luego hacia el gran creador de todo lo existente.
Creer en Dios, es
una cuestión de fe. Es la certeza de poder alcanzar nuestros más anhelados
sueños. Es aquello que nos permitirá compartir las riquezas del alma y
encontrar nuestra verdadera razón de ser.
MARDAM -EEC
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